jueves, 4 de diciembre de 2014

Torchlight: primeras impresiones

Hola lectores/as,

La semana pasada la bandeja de entrada de mi correo electrónico estaba que echaba humo por las diversas ofertas del ya tan anunciado Black Friday. Sin embargo, una de ellas me llamó la atención: los miembros de la página Perfect World, cuyos juegos ya había jugado con anterioridad -Star Trek Online y Perfect World, tal como había dicho en alguna entrada- me ofrecían una oferta exclusiva: jugar de forma gratuita a un juego que ya había salido años antes, llamado Torchlight. 

Entre tiros, magia y espadas anda el juego

Todo se desarrolla en un mundo fantástico llamado Torchlight, en donde la magia alquímica, las espadas y armaduras y las armas de fuego conviven. La energía que permite el desarrollo de objetos mágicos y su manufactura procede del Ember, una especie de mineral con poderes que pueden potenciar las habilidades alquímicas, pero también corromperlas.


Es a partir de todo este embrollo de la corrupción de la energía y la aparición de monstruos y seres malignos, donde nuestro protagonista entra en juego para cargarse bestias, explorar las minas y ayudar a la gente, dentro de un scroll lateral que ofrece la cámara. Desde un principio, existen tres tipos de personaje: Destructor, guerrero especializado en el combate y las armas cuerpo a cuerpo como si de un Conan se tratara, Conquistadora, personaje femenino encargada de dar virotazos a diestro y siniestro con arco y armas a distancia, además de poner trampas para los enemigos, y por último -el que yo me he cogido, of course- el Alquimista, un tipo que sabe controlar la energía del Ember y utilizarla para lanzar potentes conjuros. Como animales de compañía podremos escoger entre perro -o una especie de lobo, tal como se aprecia en la imagen- y gato, al cual poder equipar de herramientas y habilidades. No se pueden personalizar demasiado, uno de los puntos flojos que tiene el juego.


Evidentemente, mientras va evolucionando el personaje y subiendo de niveles, va consiguiendo nuevas habilidades, mejorando sus características -Fuerza, Defensa, etc.- y personalizando su aspecto y armadura a medida que va comprando, vendiendo y encontrando objetos en los distintos niveles de las minas que va recorriendo, bien solo o en compañía. Algunos de los puntos fuertes que tiene el juego es que tienen un entorno bastante cuidado, con buena calidad gráfica, y algunos momentos de tensión a la hora de enfrentar a diversos personajes enemigos a la vez -más de una vez te encontrarás rodeado por una bandada, teniendo que luchar por tu vida-. Además, es de carácter sencillo, con lo que la jugabilidad es dinámica, y no tendrás que romperte demasiado la cabeza.
Sin embargo, puede que éste sea uno de los fallos que tenga el mismo juego, el ser demasiado simple, no recomendado para los jugadores que quieran más niveles de batalla, más enemigos y una historia un poco más desarrollada. Por otra parte, las opciones de personalización no es que sean muy amplias, siendo un poco repetitivo si te dedicas a jugar más de dos horas por semana. Por no decir que está enteramente en inglés.

Conclusiones

Por regla general, debo decir que el juego en sí no está mal. Esta especie de Diablo al estilo League of Legends te permite pasar una tarde aburrida, entreteniéndote un poco y matando bichos por doquier. Seamos sinceros: el juego no es que sea una maravilla, pero cumple correctamente para jugar un poco y divertir al personal, jugando a misiones secundarias o a la principal, y con un aspecto gráfico que tampoco exige demasiado al ordenador, lo cual está bastante bien. Dentro de una puntuación del 1 al 10, le doy un 6.

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