viernes, 8 de noviembre de 2013

8. Tu mejor crítico alrededor de los juegos de rol.

Recogiendo el hilo anterior de la partida entre Marines Espaciales del Caos y Necrones, voy a hablar acerca de los últimos dos turnos, que fueron trepidantes. La situación era la siguiente: mientras los Guerreros Necrones iban disparando por un extremo izquierdo e Inmortales hacían lo suyo por el otro extremo, a pocos centímetros de allí se encontraba la gran Iglesia del Caos a proteger. Como me quedaba por mi parte -un par de compañeros míos llevaban otras escuadras- la unidad de Devoradores de Mundos del dios de la sangre Khorne, decidí meterlos dentro de la Iglesia para defenderla, en vista de la que se avecinaba -los Necrones iban ganado un poco de terreno en diversas partes del mapa-.
Y, señoras y señores, buena decisión que tomé: en el turno siguiente se me mete, tras un manto de niebla y oscuridad cuyo frío helador se palpaba en el ambiente, un Portador de la Noche, con su Guadaña, sus ropajes oscuros y su presencia incorpórea. OMG! Tras una carga y una ardua lucha, al cabo de poco pierdo la tan temida cifra del 25% o más, quedándome con pocas figuras y teniendo que realizar un chequeo de moral. Terrible dilema: ¿lograrían aguantar los seguidores de Khorne, aquellas figuras por las cuales siempre había tenido tanta admiración, o huirían como cobardes? Tiré 2D6, ¡y me salieron ambos seises! Con una sonrisa triunfal, aquellos Bersérkers lograron quedarse y aguantar sus posiciones al grito de "¡por Khorne!", en un intento desesperado por defender aquella posición tan preciada. Y vaya si lo consiguieron. Fue una partida memorable, que acabó con una victoria marginal por parte del ejército de los Marines Espaciales del Caos.


Guerreros de metal contra bestias de lucha. Evidentemente, ¿quién iba a ganar? ¡Caos, por supuesto!

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