Madre mía, pues la verdad es que no sé si será extraño o no, pero por mi parte si que fue insólito. Resulta que un día, mientras estaba en la Universidad, me cojo el ordenador portátil para hacer faena allí. Pero claro, aquel día era de horas muertas entre clase y clase, y se me ocurre echar unas partidas online al Dawn of War, justamente en el comedor de la misma. Hubieron algunos compañeros que me miraron y ponían cara de "¿y esto?", e incluso algunos me dijeron que juego era ese al que estaba jugando. En fin, tras dar algunas explicaciones, se quedaron un poco pasmados y siguieron su camino, mientras yo continuaba viciándome. Lo mejor es que las horas muertas se pasaron volando.
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