martes, 4 de noviembre de 2014

4. ¿Qué consejo le darías a un Master que fuera a dirigir su primera partida?

Pues la primera de las recomendaciones que le daría es que dejara por un momento el posible estado de nervios que a todos alguna vez les ha pasado al dirigir una partida, y no saber donde está el maual de instrucciones para poder llevarla a cabo.
Y es que la gracia está ahí: que no hay manual existente. Bueno, si que es verdad que tienes ahí los típicos consejillos de la sección del Master en Dungeons and Dragons, o en otros manuales de rol de otras editoriales existentes, pero lo mejor es giuarte por tu instinto y olfato -toma ejemplo de un Werewolf, que es experto en el tema-, y hacer que todo el mundo se lo pase bien durante una sesión o más -el término "diversión" es altamente aplicable, además de recomendable-. El secreto de todo es que tengas una mínima preparación a partir de tus experiencias y del material de RPG que tengas disponible, o que puedas consultar por internet o incluso por alguna bilbioteca, que te apasione lo que estés montando, ya sea una aventura de fantasía, una de ciencia-ficción, una ambientada en un mundo post-apocalíptico, etc., pero bajo unos márgenes de maniobra. Una partida demasiado organizada y estipulada puede convertirse en un muermo -o incluso desbaratar tu idea general por algún jugador que mate al personaje con el cual tenías ideada una trama. Un buen ejemplo lo puedes hallar en Los Caballeros de la Mesa del Comedor-, así como la improvisación constante puede resultar confusa para el desarrollo de la misma.


Por ello, y de forma resumida, los cuatro puntos del CSMYNMEEI -Como Ser Master Y No Morir En El Intento- serían los siguientes:
  1. Lee mucho material rolero, además de otras fuentes (películas, videojuegos...)
  2. Prepárate unos mínimos tu idea de aventura.
  3. Considera una parte organizativa y otra parte improvisada, según se desarrolle todo, y habla con tus jugadores sobre qué les ha parecido la partida.
  4. Por último...reza porque todo salga bien.
Y creo que con esto no me dejo nada más en el tintero. ¡Ya me contaréis!

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